domingo, 29 de noviembre de 2015

§49 Zombis bolches

Cuando los setenta y dos regresaron, dijeron contentos:
—Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre.
—Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo —respondió él—. Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño.
Lucas 10:17-19
En el mapa estratégico de 1940 Noruega jugaba un papel crucial. Si sus políticos se hubieran decantado por cualquiera de los bandos es seguro que el curso de la Segunda Guerra Mundial hubiera sido otro. Cuando el 1 de septiembre de 1939 Francia y los países de la Commonwealth declaraban la guerra a Alemania, en respuesta a la invasión de Polonia, la primera reacción de Noruega fue proclamar su neutralidad, como ya hiciera durante la Primera. Difícil equilibrio dadas sus posibilidades: con una extensa costa que posibilitaba el control del Atlántico Norte, en particular la ruta marítima entre Inglaterra y Rusia; multitud de puertos y escondites naturales para embarcaciones en sus fiordos; y que el mineral de hierro de la minas de Suecia, clave para la industria bélica, se exportara fuera de Escandinavia desde sus puertos.
En marzo de 1940 el Reino Unido tomó la decisión de minar sus aguas territoriales, lo que aumentó las tensiones con Alemania y sirvió como argumento final para que el III Reich decidiera poner a Noruega bajo su control...
La ofensiva de 1944 permitió al Ejército rojo ocupar en pocas semanas la región de Finnmark (donde se desarrolla esta historia, en realidad está filmada en Islandia), la más septentrional de Noruega, pero no impidió que los nazis ejecutaran un plan de tierra arrasada con su proverbial eficacia.
Teniendo en cuenta este contexto no parece tan exótica la localización elegida; aunque vista la primera entrega, poco importa —por cierto, que en ella se ve por vez primera a un humano mordiendo a un zombi—. Esta es mucho más cómica y cafre, un verdadero festín de gags que revienta muchas de las leyes del comportamiento zombi.

Escena de Zombis Nazis 2 (2014) de Tommy Wirkola

He seleccionado esta escena (que no chafa ningún chiste), sobre todo porque el protagonista parece dirigirse al espectador, como si fuera consciente de la transcendencia épica de lo que acaba de realizar y sus posibilidades a futuro. Nos dice: ¡la que voy a armar!
Además incluye dos momento-zombi (hay muchos en el metraje) para citar: el zombi amedrentado por la resurrección de otros congéneres, amablemente consolado por el neo-friki, y el zombi que le habla al protagonista, al que llama "Amo mío" (sin comentarios).
La verdad, el guión solo destaca que estos seres se mueven por un motivo distinto que devorar cerebros, a saber, una misión inacabada en vida —imagina un Qué bello es vivir (Frank Capra, 1946) zombi— o la venganZa. Y esta también era la motivación del viejo Bub en El día de los muertos vivientes (George Romero, 1985). Si de venganzas se trataba, lo mejor hubiera sido resucitar a Charles Bronson (1921-2003), nacido Charles Dennis Buchinsky y que se cambió el apellido para no parecer comunista. Además luchó de verdad contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial, siéndole concedido el Corazón Púrpura. —y aquí digo yo— ¡Cojonudo!

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Einsatzgruppen (en alemán, «grupos operativos» o «grupos de operaciones», al que está dedicada la sala del museo que aparece en la película) era el nombre de un conjunto de escuadrones de ejecución itinerantes especiales formados por miembros de las Schutzstaffel (SS), SD y otros miembros de la policía secreta de la Alemania Nazi. Su tarea principal, en palabras del general Erich von dem Bach-Zelewski de las SS en los juicios de Núremberg, era «la aniquilación de los judíos (prioritario), los gitanos y los comisarios políticos». Según sus propios expedientes, mataron alrededor de un millón cuatrocientas mil personas, casi exclusivamente civiles, sin supervisión judicial ni respaldo alguno de la legalidad (no se efectuó ninguna lectura de acusaciones del derecho penal o administrativo). 
Los Eisatzkommandos fueron inicialmente grupos de exterminio adcritos a la RSHA (Oficina Central de Seguridad del Reich, es decir, bajo el mando de los MaPeD y su líder Reinhard Heydrich, y luego de su sucesor Ernst Kaltenbrunner), que ayudaron al plan Aktion T4 a limpiar los hospitales y centros de salud de todos los alemanes considerados inútiles para el régimen.
También asistieron a las unidades de la Wehrmacht en calidad de fuerzas móviles que actuaban desde la segunda línea tras el comienzo de la invasión. Después de la ocupación de Polonia en 1939, fueron encargados de asesinar a toda persona perteneciente a la Intelligentsia polaca, así como a sacerdotes y profesores y en general a las clases cultas. Los nazis consideraban Untermenschen o subhumanos a los individuos que no podían acreditar ascendencia aria en algún grado, y pretendieron utilizar las clases más bajas polacas como criados y esclavos.
A fines de mayo de 1941, los Einsatzgruppen fueron convocados a sus cuarteles y adoctrinados en el marco del programa Aktion Reinhard, en el nuevo escenario que se abriría pocos días más tarde. Se les instruyó explícitamente en las labores: primera, eliminar a las facciones guerrilleras de la retaguardia y, segunda, aniquilar la población judía. Tras la invasión de la URSS el 22 de junio de 1941 (Operación Barbarroja), su misión principal era matar a los oficiales, judíos y comisarios políticos, lo que suponía una escala de asesinatos selectivos mucho más grande que la aplicada en Polonia. En un principio había cuatro, cada uno estaba conectado logísticamente a un grupo de ejércitos. El Einsatzgruppe A se adjuntó al Grupo de Ejércitos del Norte.
Una plantilla normal de comando era 500 a 800 hombres. El oficial de la fuerza era un líder con rango equivalente a un comandante del ejército proveniente de las SD, SS, Kripo o la Gestapo que destacara por su frialdad y efectividad. En algunos casos sus comandancias las ocuparon miembros de las Waffen SS, y de la contratación de miembros reconocidos por su brutalidad local de la policía regional (como fue en Bielorrusia). Cuando la ocasión lo exigiera, los comandantes de la Wehrmacht presentes reforzarían la fuerzas de los Einsatzgruppen con parte de sus contingentes. A su vez estaban divididos en Einsatzkommandos y Sonderkommandos. Cuando una misión requería de un grupo de trabajo muy pequeño se podía formar una célula de acción, llamada Teilkommando de tan solo una docena de hombres.
La alta comandancia no era del todo ignorante de la tarea de los comandos y muchos de los generales de ejército preguntaron sobre estos contingentes, que actuaban tras sus espaldas brutalmente contra la población civil. El propio Hitler les explicó verbalmente que se trataba una misión especial para exterminar a todos los judíos y los comisarios políticos que hallasen en sus territorios asignados. Los Einsatzgruppen dependerían del comandante del grupo de ejércitos de su completa manutención, es decir, municionamiento, alojamiento, comida y transporte; pero sin tener el mando sobre ellos. En muchos casos las relaciones fueron muy estrechas, por no decir cordiales, y agradecían en sus informes a Himmler la comprensión del ejército. Fuente wikipedia


2 comentarios:

  1. De todas las pelis de zombies que he visto (que han sido unas cuantas) es con la que más me he reido.
    Humor negro mezclado con gore. Si hay que destripar a un autobús entero de jubilados pues se destripan o hacer saltar por los aires carritos de bebés a cañonazos.Y no hay una sola escena en la que no sueltes una carcajada.

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    1. En mi lista, que encabezan Zombies party y Bienvenidos a Zombieland, está justo al lado de Juan de los Muertos.
      Gracias, como siempre, por comentar. A los que me sufren en silencio, ánimo.

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