domingo, 15 de noviembre de 2015

§46 Dentro del olvidadero

El te librará del lazo del cazador,
de la peste destructora.
Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas hallarás refugio;
escudo y adarga es su verdad.
No temerás el terror nocturno,
ni la saeta que vuele de día,
ni la pestilencia que ande en la oscuridad,
ni la plaga que en pleno día destruya.
Caerán a tu lado mil,
y diez mil a tu diestra;
mas a ti no llegará.
Salmo 91: 3-7
Asociamos automáticamente la entrega de una llave como privilegio, el poder de abrir. Y cuando se trata de una llave maestra, que hemos ascendido de categoría (es cierto que entregar las llaves también simboliza rendir o abandonar un lugar, pero en ese caso se trata del final de algo y aquí estamos hablando del comienzo). Parece, pero no siempre es así. Fueron creadas para accionar mecanismos de protección de accesos no deseados, es decir, tanto abren como cierran. El poder de cerrar las cosas ya no parece tan atractivo —¿verdad?—. Si meditamos un poco más nos damos cuenta de que se entregaban llaves maestras a los sirvientes para que pudieran realizar todas las tareas. Otro ejemplo, los serenos.
Los anglosajones llaman skeleton (calavera, el título original de la película es The Skeleton Key) a la llave maestra, por la forma de los ojos de las cerraduras que parecen un cráneo.
Aunque se reservaban llaves particulares para los lugares realmente importantes. La auténtica seguridad se encuentra en la llave única. Hace un par de meses comenté una escena de Enemy (2013) de Denis Villeneuve. En otra escena del film se muestra una llave de la marca UNICA, que tiene la clave del asunto (en realidad llave procede del latin clavis, clave). Mas Hitchcock ya había utilizado este recurso en Encadenados, donde Alicia (Ingrid Bergman) recibe todas las llaves, salvo la de la bodega. Así que en realidad, contradiciendo muchas opiniones, son un símbolo de sometimiento. No obstante, implican un grado de confianza o  responsabilidad.

Fotograma de Encadenados (1946)

Se me ocurre que el mismo grado de dominio se ejerce sobre todos cuando una compañía nos da las claves para que podamos acceder a nuestra cuenta. También pensamos que nos están dando algún tipo de privilegio —dejo esta línea de pensamiento, cual simiente perniciosa, que me estoy desviando del tema—.
Volviendo a la escena, Caroline tiene que subir al desván en busca de unas semillas de trillium. La elección de esta especie —siempre lo específico despierta mi curiosidad— puede deberse a que esta planta contiene fuertes alcaloides; por ello se usa con fines medicinales o como insecticida, aunque hay alguna variante ornamental.

Escena de La llave del mal (2005) de Iain Softley


Hay un bello plano a través del ojo de la cerradura, seguido de uno cenital muy inquietante que subraya la importancia de esta zona concreta de la casa: el desván es la memoria de la casa, y éste tiene además una puerta escondida tras una estantería de cacharros, que la llave maestra no puede descandar —bien podría representar su subconsciente—. El uso de la iluminación y los ruidos provocados por la corriente y la madera seca logran concentrar la tensión de cada paso. La lógica invitaría a no avanzar, pero el deseo de saber qué hay después es la semilla que nos han mandado buscar. Funciona. También para el espectador.
Los primeros planos de la protagonista en contraplano con la puerta, que parece pequeña enmarcada por el estante, hacen recordar un célebre episodio de Alicia en el País de las Maravillas (1865) de Lewis Carrol.

Alicia en el País de las Maravillas (Disney, 1951)

Una película de terror tiene que mostrar alguna de las cosas que provocan miedo al espectador (además de los socorridos sustos). En esta el motivo es la vejez (gerascofobia se denomina), pero llevada al extremo de la pérdida de facultades, del libre albedrío y de quedar confinados en un cuerpo que se ha convertido en una auténtica cárcel. Existen pocas cosas tan pavorosas. Pero creo que el autor utiliza esta historia para hablarnos de la relación que tenemos con las personas mayores, de la que no tenemos o de la que deberíamos tener.
Se han hecho grandes avances en gerontología: la esperanza de vida es cada vez mayor y, por ello precisamente, cada vez están más marginados. Esto se debe a que no asimilan los cambios con la rapidez que exige la modernidad. Y bajo la apariencia de cuidarlos mejor o protegerlos, los alejamos de nuestra vida diaria. En el mejor de los casos, nos contentamos en pensar que nos ocuparemos de ellos cuando haga falta y cuando llega el día descubrimos a una persona totalmente distinta a la que dejamos en el olvidadero (adoro este concepto que por vez primera descubrí en Dentro del Laberinto, 1986, de Jim Henson con guión de Terry Jones, el galés de los Monty Python).
El lenguaje también refleja esa situación, pues hablamos de longevidad, y no de ancianidad, al referirnos al límite de la vida, y antes he utilizado, no sin ironía, el concepto "esperanza de vida" —al ver la película hoy creo que es más un eufemismo que un indicador demográfico—.

__________
Hoodoo o Vudú de Nueva Orleans es una forma de magia utilizada por la población afroamericana del sur de los EE.UU. Esta magia, también conocida como conjure, se desarrolló a partir del sincretismo de diferentes culturas y tradiciones mágicas traídas de África y el Grimorio europeo. Si bien lo que es especialmente innovador en esta tradición es la "extraordinariamente eficaz utilización de figuras bíblicas," en sus prácticas.
No debe confundirse, por ejemplo, con la brujería ya que podría interpretarse como moralmente negativo sobre la práctica, ni con la religión Wicca (la historia de la ménade, tema central de la estupenda segunda temporada de True Blood, de 2009). Fuente wikipedia
Básicamente el Hoodoo es, en principio, un intento por alterar la realidad en beneficio de sus practicantes. El único detalle que lo diferencia de otras tradiciones mágicas consiste en que sus ritos no pueden realizarse sin una entrega absoluta.
El cristianismo tuvo una influencia determinante sobre el pensamiento Hoodoo. La idea de que el Dios bíblico recompensa y castiga a sus hijos fue recogida por los esclavos africanos y adaptada a su propio sistema ético: si el Dios de los blancos castiga y recompensa justamente, la única maldición efectiva es la que se realiza con la aprobación divina.
El relato del Éxodo de Egipto causó un poderoso impacto en sus raíces. Moisés opera no solo como un lider militar y espiritual, sino como un mago que "canaliza la justicia divina" para castigar a las tropas del Faraón y beneficiar a los esclavos que buscan una tierra de libertad. Para el Hoodoo, Moisés es solo un conductor, un catalizador de esa justicia que procede inevitablemente de Dios.
El mago Hoodoo, en menor escala, opera siguiendo este principio. Teniendo en cuenta esto, no resulta extraño que el libro de conjuros y hechizos de cabecera del Hoodoo sea, justamente, la Biblia, en especial el Antiguo Testamento. El vínculo es tan fuerte que la iniciación al Hoodoo se realiza leyendo el libro de Salmos. Fuente elespejogotico.
¿Que enseñan los maestros salmistas? Todo su programa puede resumirse en una sola palabra: "Justicia". Procuran educar al pueblo en la práctica de la justicia. Pero, ¿qué quiere decir una palabra tan elástica? Respondamos distinguiendo nuestro propio lenguaje del Antiguo Testamento en general y del salterio en particular.
1ª. Para nosotros, hoy, la justicia es la virtud que regula el intercambio entre personas (justicia distributiva), las obligaciones de las personas con el Estado (justicia legal) y la de los dirigentes para con el pueblo (justicia social). Y acostumbramos relacionar, de preferencia con la caridad, el deber imperioso de socorrer a los necesitados.
2ª En el Antiguo Testamento, el término "justicia" significa mucho más. Dicho con sencillez, "practicar la justicia" equivalía a vivir conforme a la Alianza, a respetar todos los compromisos que implicaba la relación privilegiada con Dios. La noción de "justicia", se acercaba pues a la de "fidelidad".
3ª En los Salmos, no obstante, la enseñanza de los maestros recalca fertemente el aspecto de la justicia social. La presentan ellos como una necesidad absoluta para que el pueblo permanezca fiel a la Alianza. En diferentes ocasiones son interpelados y censurados los dirigentes, los jueces y los ricos. Por el contrario, esa enseñanza hace muy poco caso de las relaciones de justicia entre las personas que poseen e intercambian entre sí (justicia destributiva). Y calla prácticamente la responsabilidad del pueblo con el Estado (justicia legal). Solo enfoca el deber general de alivar la miseria de cualquier pobre que se presente. Estrictamente hablando, ello forma parta de las exigencias de la propia "justicia". Por tanto, el salterio contribuyo mucho a convencernos de la importancia máxima que asume la preocupación por los necesitados entre las obligaciones básicas de la Alianza. La justicia social es uno de los temas clave de los salmos de instrucción.
 Marc Girard. Cómo leer el libro de los Salmos, pp.54-55


2 comentarios:

  1. Te mantiene en suspense e intrigado hasta el final.
    Un terror que no produce escalofríos con un final inesperado...o mas bien según avanza la peli se va vislumbrando..."No funciona si no te lo crees"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Una vez iba caminando y noté un arañazo en la cara. Había un alambre que malamente sujetaba una plancha de obra, cuyo extremo asomaba amenazante y apenas se vislumbraba. Me molestó la desfachatez del apaño. Fue al cabo de unos minutos cuando me di cuenta que la marca de mi cara empezaba a menos de un centímetro de mi ojo. El solo recuerdo me produce escalofríos... Quiero decir que algunas cosas producen un efecto retardado. El pensamiento de estar encerrado para siempre en un cuerpo me resulta tan aterrador como el de ser enterrado vivo, solo que de esta forma no mueres, no te dejan. No creo en casi nada, pero si en el terror.

      Eliminar