miércoles, 2 de mayo de 2018

₰2: Espera en Samarra

Un cuento de posible origen persa ha servido de inspiración a distintas formulaciones del mismo tema: el fatalismo ineludible. La primera vez lo leí en la versión de Jorge Luis Borges, pero hay otras versiones (Julio Cortazar) y adaptaciones (Gabriel García Marquez). Mi humilde aportación se me ocurrió cuando preparaba un certificado para una viuda, mientras me iba revelando datos de su difunto marido (que por respeto he modificado). También en este caso he dejado que una ilustración termine el relato.

* * * * *
El dr. Lloreno recorría Senegal como encargo para un museo de historia natural cuando la recibió por vez primera. Tras observarle un momento propuso que mejor se vieran en otra ocasión. Así podría velar por su salud.
Y aunque le supuso un gran esfuerzo, dejó de fumar.
Su segundo encuentro tuvo lugar en una calle de Tánger. Acababa de llegar y tenía por delante un largo itinerario. En aquella ocasión le recomendó que mejorase su alimentación.
Subía ágil unas escaleras hacia su despacho en Madrid cuando se cruzaron por última vez. Allí le confesara halagada que había merecido la espera.

No es uno de mis mejores dibujos, pero intenta
representar la ambigüedad que imaginaba.

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