Hacía meses que había enrollado su relato para enviarlo a All
the year round, el célebre semanario que había publicado Historia de dos
ciudades y ostentaba orgulloso el título "Dirigido por Charles Dickens",
incluso diez años después de su fallecimiento, al heredar el puesto el primero
de sus hijos, del mismo nombre. Ya lo había dado por perdido, cuando llegó a vuelta
de correo un cheque por 2,5 libras, la mitad de lo que había calculado. El
empleado del banco le hizo ver que estaba posdatado en cuatro días, indicio de
escasa solvencia y mal augurio para su nueva ocupación.
P. D.: Algún tiempo después Arthur Conan Doyle tuvo que vender los derechos de Estudio en escarlata para poder verla publicada —lección que sus descendientes debieron aprender, asumo—.
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