Si hace unos días tomaba la anécdota sobre Cicerón para ilustrar la ligereza con que se toma partido en algunos temas, hoy (de nuevo Posteguillo) partiendo de una semblanza de Quevedo en La sangre de los libros y con no poca envidia por el ingenio, propongo sin albur un aforismo:
Una malva da vida, otra perjudica
Balalaika puede que la adopte para su escudo |
No hay comentarios:
Publicar un comentario